domingo, 30 de enero de 2011

Un pequeño desahogo


Nadie nunca se conforma con lo que es, siempre quiere ser algo más. Más lindo, más fuerte, más eficaz, más rápido. Más “como él/ella”. Alguien en el mundo debe haber que quiera ser más inteligente, por qué no. En realidad, siempre todos quieren ser “mejor”. Esto no está mal, no digo que lo esté... pero el “estar mejor” siempre tiene que ver más que nada con su propia imagen externa, lo que es por fuera, la cara que SE VE… lo que los demás ven, principalmente. Lo que los demás piensen de vos es lo más importante, según casi todos es así, y es lo que realmente les importa. Hacen dietas extrañas, impensables, hacen deporte en extremo, casi hasta desfallecer, porque la imagen lo es TODO. Algunos lo disfrazan diciendo que “es por la salud”, pero los que nos damos cuenta de cosas que otros no ven sabemos que no es así, sabemos que siempre es, básicamente, por la vacía y estúpida SUPERFICIALIDAD.
A ver… ¿Por dónde empezar? Si sos lindo, en este mundo, lo sos todo. Sos exitoso, emprendedor, hasta algunas personas llegan a considerar más a alguien flaco para un trabajo que a alguien de mayor peso. El flaco le gana al gordo, desde que tengo memoria es así. Claro: no importa si “el flaco” es una mierda de persona, alguien vacío, insensible, prejuicioso e incluso incapaz de hacer ese trabajo que le fue asignado. Acá, en nuestro planeta, el flaco, el lindo, vende más, y el gordo, el feo, queda uno o más pasos atrás, siempre. Por supuesto que pueden muchos salir a decir: “¿Según quién alguien es lindo o feo?”. Lo mismo me preguntaba yo, hasta que comprendí que la respuesta estaba a mi alrededor, viendo una propaganda en una revista o en la tele, así como los programas enfermantes como “Showmatch”, ahora este “Gran Hermano”, y sus derivados, que realmente no merecen la pena ser nombrados... son más de lo mismo. Si no tenés lindo cuerpo, te vas, si no sos lindo, ¡te vas! ¿A quién le importó alguna vez si el participante “bailaba bien” o “sabía jugar”? A absolutamente NADIE. Si bailás genial pero tenés el tabique desviado o no tenés culo, afuera. Si sos un excelente jugador y buena persona, pero te falta un diente y sos la que menos gomas tiene, afuera. Es así. Ahora, si sos hermoso, “perfecto”, ganás, claro. Llegás a la final. Tenés el coeficiente intelectual similar a un rollo de cocina, pero ¡sos hermoso! ¿qué importa? Si total lo de afuera es lo que vale…
Pero no generalizo, no todos son así.. el 95% de las personas sí, pero eso no representa el total absoluto. Algunos AÚN creen que una persona debe valorarse por lo que ésta representa interiormente, por la clase de ser humano que es según lo que demuestra con su personalidad, con sus actitudes hacia los demás, y también con lo que opina sobre cualquier cosa. Pero, seamos sinceros, la mayoría de la gente cuando está en una reunión y no conoce a alguien, prefiere acercarse al que está mejor vestido o le parece más “presentable”, que a alguien que por fuera no le agrada. Digamos, prefieren hablar de los bichos bolita con alguien lindo e idiota, que de algo realmente interesante con alguien feo e inteligente. ¿Qué importa la inteligencia hoy en día? Nada. Dejá, no estudies, hacete anoréxico/a y modelá, andá a mostrar el culo a la televisión, total te van a tomar, ¡seguro! Y, en realidad, cualquier infradotado está en la televisión porque tiene “buen cuerpo”.
Las modelos son todas hermosas, eso dicen todos, claro, y además ¿saben qué es lo más divertido? Cuando hacen esas competencias de ver quién baja más de peso. La que gana es la miss anoréxica del año. Ah, no, eso casi nunca se nombra, cierto… es que, bueno, es necesario a veces dejar de comer y matarse en el gimnasio, por supuesto. La imagen lo es todo. O si no, podés comer en exceso, total en cualquier lado hay un baño para vomitar. No, no es malo, ¡es buenísimo! Es rapidísimo, bajás de peso re rápido… pero te seguís viendo gordo, feo. Nunca cambia. Y nunca vas a poder dejar de serlo, entonces no podés parar de hacerlo, no podés, porque la imagen lo es todo, no te lo olvides JAMÁS, o vas a terminar siendo nadie en tu vida. No subas de peso porque sino no podés subir a la pasarela, y, más cotidianamente hablando, no podés ponerte una malla, porque te van a mirar y se van a reír de vos. Eso es inaceptable, la opinión ajena lo es TODO, necesito ser perfecto/a para que me acepten…
No es necesario aclarar que el último párrafo lleva consigo una carga enorme de ironía, ¿no?. A lo que voy es: ¿Por qué cuesta tanto aceptarse? ¿Por qué cuesta tanto dejar de juzgar, más bien de PREJUZGAR? ¿Por qué se valora la idiotez disfrazada con un cuerpo aceptado, que la inteligencia tras una imagen constantemente desvalorizada? Es algo que me cuesta comprender, espero hacerlo pronto. Pero si el mundo está así, madre mía… QUÉ MAL ESTAMOS.
Ojalá que a quien lea esto le sirva, y si no le sirve, jodete por leerlo. Me tienen harta, sinceramente, son todos, en su mayoría, unos pelotudos acéfalos que no sirven para nada, excepto que para desvalorizar al otro y alimentar más y más su propia ignorancia que crece día a día un poco más. Aún espero con ansias el día en que todos puedan levantarse a la mañana y digan: “ESTE/A SOY YO, SOY ASÍ, ME QUIERO, CONFÍO EN MÍ MISMO/A Y NADIE PUEDE CAMBIAR ESO. QUEREME U ODIAME, PERO CREO EN QUIEN SOY Y EN QUIEN QUIERO SER MAÑANA, PASADO Y LOS DÍAS QUE SIGUEN, Y LA CONSTANTE ESTUPIDEZ CON LA QUE CONVIVO DÍA A DÍA NO ME AFECTA EN LO MÁS MÍNIMO, PORQUE PUEDO PENSAR Y ACTUAR POR MÍ MISMO, Y, LO MÁS IMPORTANTE: ESTOY VIVO/A. Y NADIE PUEDE VIVIR MI VIDA MÁS QUE YO. SÓLO POR ESO VALE LA PENA ESTAR VIVO.”

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